Legionela es el nombre común del género Legionella, que agrupa bacterias Gram negativas con forma de bacilo.[1] Viven en aguas estancadas con una amplia gama de temperatura, preferiblemente superior a 35 °C. Su crecimiento se ve favorecido por la presencia de materia orgánica. Poseen respiración aerobia y un flagelo para desplazarse. Dentro de este género existen 48 especies y un total de unos 78 serotipos. Algunas de las especies de legionela pueden infectar a humanos. La especie más importante en este aspecto es Legionella pneumophila por sus implicaciones médicas. La legionela puede multiplicarse dentro de amebas y su cocultivo es a veces el mejor método conocido para detectar su presencia infecciosa.[2]
La infección por legionela se denomina legionelosis, que puede presentarse como una enfermedad febril, bien de carácter leve y sin focalización pulmonar denominada fiebre de Pontiac, o bien de carácter severo como una neumonía atípica denominada enfermedad del legionario.[3] Puede llevar a complicaciones pulmonares y sus síntomas son: fatiga, dificultad para respirar y en ocasiones diarrea o dolores musculares. Muchos expuestos al germen, no se enferman.[4] La mayor fuente de contagio es el sistema de aguas de grandes edificios, hoteles y hospitales, humidificadores, máquinas de rocío, espás y fuentes de agua termal. Los sistemas de aire acondicionado son también una fuente relevante de legionela.